Embarcarme en la búsqueda de la física en los Estados Unidos ha sido un viaje transformador, moldeando mi perspectiva sobre la ciencia y generando reflexiones sobre la colaboración, las limitaciones y el estado de la investigación en los países latinoamericanos. Como estudiante internacional, los desafíos de ser un investigador en ciencias sin ciudadanía estadounidense se hicieron evidentes, especialmente al asegurar financiamiento para áreas especializadas de la ciencia que dependen en gran medida del respaldo gubernamental. Esta realidad me llevó a cuestionar la escasez de oportunidades, especialmente en la física experimental, en mi país de origen, Argentina. Poco sabía que mis percepciones estaban sesgadas por mi entorno inmediato y que una perspectiva más amplia me esperaba.
Al recibir mi OPT (Entrenamiento Práctico Opcional), una autorización de trabajo para estudiantes internacionales, se avecinaba una decisión crítica. Las oportunidades laborales llamaban la atención, especialmente en la industria tecnológica, con más aperturas para residentes no estadounidenses y oportunidades de patrocinio. Sin embargo, la dicotomía entre buscar un trabajo seguro y seguir mi pasión en óptica y fotónica se hizo cada vez más evidente. El reloj que avanzaba me obligó a evaluar mis verdaderos objetivos y enfrentar una crisis existencial.
Después de la reflexión y el asesoramiento, me di cuenta de que mi travesía en la física experimental estaba lejos de terminar. El deseo de contribuir a mi campo y tener un impacto significativo eclipsó el atractivo de un trabajo simplemente para quedarme en los Estados Unidos. Esta revelación provocó un cambio significativo en mi perspectiva, impulsándome a explorar opciones más allá de las fronteras de los Estados Unidos.
Al considerar caminos alternativos, comencé a explorar oportunidades en Chile y Argentina, mis países de origen. Para mi sorpresa, mi investigación reveló una comunidad científica vibrante y dinámica, especialmente en óptica experimental. La realización de que se estaban llevando a cabo experimentos increíbles por parte de apasionados investigadores en mi región natal fue reveladora.
Destacando a Investigadores Pioneros:
Aquí hay algunos destacados investigadores en Chile y Argentina, que contribuyen significativamente a la óptica experimental:
1. Dra. Carla Hermann - Universidad de Chile
Académica en la Universidad de Chile, afiliada simultáneamente al Instituto Milenio de Investigación en Óptica MIRO y al Grupo de Óptica de la misma institución. En 2017, ganó el premio L'Oreal for Women in Science Chile, convirtiéndose en la primera mujer chilena en ganar este premio en la categoría de postdoctorado y la primera en el área de la óptica.
2. Dr. Pablo Solano - Universidad de Concepción
Profesor Asistente y miembro del cuerpo docente de los programas de Maestría y Doctorado del Departamento de Física en la UdeC. Actualmente investiga las nanofibras ópticas.
3. Dr. Christian Schimiegelow - Universidad de Buenos Aires
Profesor Adjunto en el Departamento de Física de la Universidad de Buenos Aires e Investigador Adjunto en CONICET. Intereses: Física Cuántica Experimental, control coherente de sistemas atómicos y espectroscopía óptica de alta precisión, interacción luz-materia con haces de luz estructurada y simulaciones cuánticas con trampas de iones.
Mi viaje personal ha subrayado la importancia de salir de nuestras burbujas y explorar oportunidades más allá de los horizontes familiares. Para los estudiantes internacionales, la decisión entre un trabajo seguro y seguir su pasión puede ser abrumadora, pero las recompensas de explorar y contribuir a la ciencia en la región de origen pueden ser invaluables. Que esta narrativa sirva como testimonio de los prósperos esfuerzos científicos en América Latina e inspire a otros a mirar más allá de las fronteras en busca de oportunidades que se alineen con sus pasiones y objetivos.
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